Si hay una imagen icónica en la Historia del Arte de nuestro país esa es, sin duda alguna, la menina.
Alcanzó su fama gracias al cuadro realizado por Velázquez en el año 1656. Fue conocido hasta el siglo XIX como La familia de Felipe IV y representa a la Infanta Margarita rodeada de sus doncellas, “las meninas”, término que acabó por convertirse en el título de la pintura a partir del siglo XIX. Famoso y estudiado por críticos y expertos en pintura de todo el mundo, esta pintura ha servido de guía e inspiración para muchos artistas que siguieron al pintor sevillano a lo largo de toda su carrera.
El malagueño Pablo Picasso dedicó una serie de 56 cuadros en los que reinterpretaba y realizaba un exhaustivo análisis de Las Meninas. Sin embargo, no ha sido el único autor que se ha servido de esta icónica imagen para explorar más allá de los cauces artísticos tradicionales iniciados en el siglo XVII por esta gran obra.
Otro artista español cuya obra se sumerge de lleno en la memoria de grandes pintores de la Historia del Arte es Manolo Valdés quien logró reinventar la imagen habitual de las meninas y dotarla de un aire completamente nuevo cargado de actualidad y sátira.
Pero no son los únicos que han logrado recuperar una de las imágenes más representativas de la producción artística de la humanidad. Artistas del panorama actual han hecho de la menina parte esencial de su obra, otorgándole una visión más cercana a las necesidades del mercado de arte contemporáneo actual y al gusto estético de nuestros días. Un claro ejemplo es Antonio Azzato, artista en Durán Online Gallery y creador del proyecto Meninas Madrid Gallery.
Azzato recupera con gran maestría la obra de Diego Velázquez y la trae al siglo XXI revestida de una nueva semántica, no solo cambiando el discurso artístico y su narrativa sino también la técnica, trasladando a las tres dimensiones la iconografía habitual de las meninas.
Sara Gimeno Pose, Durán Online Gallery